Feministas Radicales de Andalucía

«Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?” – Marcela Lagarde.

NUESTRA GENEALOGÍA:

Primera ola: El feminismo ilustrado.

Arrancan con el preciosismo, destaca la obra de Poullain de la Barre (1673), es en el siglo xvIII cuando la igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un discurso crítico, en la filosofía de la Ilustración. El detonante fue la publicación de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de Olympe de Gouges en 1791 y la obra Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft (1792). 

Segunda ola: Las sufragistas.  

Se desarrolló durante el siglo XIX y principios de el XX en varias partes del mundo, destacan los movimientos en Inglaterra, EEUU y latinoamérica.

Los objetivos del feminismo de la época perseguían derechos en el matrimonio y algunos derechos políticos como el sufragio. En 1848 tiene lugar en la ciudad de Nueva York la primera convención sobre los derechos de la mujer en Estados Unidos, la conocida como Convención de Seneca Falls, cuya declaración fue firmada por alrededor de 100 mujeres, y que significó un hito en la lucha feminista.

Tercera ola: Las feministas radicales.

Tiene lugar durante la segunda mitad del siglo XX, concretamente desde los años 60 hasta finales de los 80. El movimiento centra su lucha en una amplia variedad de temas, no sólo en lo jurídico o en el reconocimiento de derechos civiles como lo hacía la primera.

Las principales reivindicaciones de la segunda ola feminista son:

– La sexualidad

– La familia

– La desigualdad

– El trabajo fuera del hogar

– La reproducción

Destacan autoras como Simone de Beauvoir “El segundo sexo” (1949), Betty Friedan “La mística de la feminidad” (1963) o Kate Millet «Política sexual» (1970).

Cuarta ola: La actualidad.

Las manifestaciones masivas del 8 de Marzo en todo el mundo y los movimientos #Metoo o #NoesNo, han despertado la conciencia feminista en una parte de la población que no estaba tan relacionada con el activismo. El movimiento ha traspasado fronteras y se ha popularizado.

Somos un grupo de mujeres en lucha de Jerez de la frontera.

Si tu también piensas que los derechos humanos de mujeres y niñas deben ser defendidos y salvaguardados este es tu sitio. ¡Bienvenida compañera!.

Violencia machista:

“Hay que demostrar a los hombres que expresar la potencia a través de la violencia es una señal de debilidad”.

Rita Segato.

Prostitución y pornografía:

«Los puteros pagan por penetrar a mujeres que no les desean. Esta idea, fuera del sistema prostitucional, se consideraría una violación. Sin embargo, en la prostitución la violencia sexual queda justificada por el intercambio de dinero». Amelia Tiganus.

Explotación reproductiva:

«Estamos pasando de la compra de bebés lowcost en Europa del Este al colonialismo reproductivo de países con altas tasas de mortalidad materna y de corrupción como Nigeria. ¿Distinto país mismo infierno para las mujeres?».

Ana Trejo Pulido.

Género:

«Una de las claves para afrontar un rumbo nuevo es poner fin a la reproducción del rosa y el azul, pensar en una formación menos coactiva, más humana. Socializar es tratar de incorporar a las personas a la cultura en la que han de vivir, sin plantearse nada al respecto. Educar es algo diferente y más complejo. El que educa ayuda al individuo a incorporarse a una cultura, pero de manera crítica y comprometida».

Ana de Miguel.

 

Puntuación: 5 de 5.

«El feminismo me ha salvado. Es una brújula en mi vida, con la cuál he aprendido valores como la sororidad, la igualdad, la libertad, el establecimiento de mis límites y la satisfacción de luchar por un mundo más justo, igualitario y libre de violencia para mujeres, niñas y niños»

— Oliva Aguilera, integradora social, columnista en distintos medios y activista.

Puntuación: 5 de 5.

«El feminismo mejora la sociedad, porque ubica la vulnerabilidad de la mujeres «

— Inma Parra, Artista y Gestora de Procesos Creativos, unida a la estética de los espacios y a los elementos que la conforman, proyectando mi trabajo en procesos participativos, al servicio de la transformación social desde el ARTE y activista.

Puntuación: 5 de 5.

«Creer en la igualdad y practicarla es asumirla como causa de vida. Cuando las mujeres tomamos conciencia del feminismo, ocurre una especie “click” mental, y comenzamos a entender el porqué de tantas situaciones del presente y del pasado que nos parecían injustas, no solo de nuestra propia vida, sino también de las vidas de las mujeres y niñas de nuestro presente, como de las mujeres de nuestro pasado. Es un momento muy crudo, doloroso, que nos transforma para toda la vida, se nos instala en el interior, y empezamos a ver la realidad como es, comenzamos a detectar machismos, sexismos, misoginias. Y resulta casi insoportable.

Nos aparece la realidad desnuda, la naturalizada, la discriminación y desigualdad contra las mujeres y niñas. Es una toma de conciencia que te convierte en una persona subversiva a los ojos de la sociedad. No se trata solo de alcanzar la igualdad, se trata de acabar con la jerarquización por sexo. Enfrentar un sistema sexista, y machista, sea hombre o mujer, un sistema que ha venido sucediendo durante miles de años. El Feminismo es un movimiento que nos une a todas las mujeres, de cualquier raza, de cualquier origen, especialmente aquellas más oprimidas y precarias- Que procura la igualdad de derechos y dignidad humana para todas las personas independientemente de su sexo, raza, edad, orientación sexual o condición social».

— Teresa Dominguez, docente, comunicadora, ponente, columnista en distintos medios y activista